El concepto del diseño visual de estas oficinas en Helsinski encarna el confort y la calidez, propios del sector de la hostelería, lo que aleja el resultado de la típica estética de oficina corporativa a la que estamos acostumbrados.

Zona de espera. Entrada principal.

Concepto innovador

Este fue el planteamiento que el estudio Fyra propuso a la empresa de consultoría y consultoría EY, para su nuevo espacio de trabajo: un lugar preparado para el futuro que fomente la colaboración entre equipos y refuerce el sentido de pertenencia en un modelo de trabajo híbrido.

El espacio crea una experiencia de primera clase para los empleados a través de soluciones espaciales flexibles y tecnología de vanguardia, centrándose en el bienestar y la sostenibilidad como objetivos principales.

Dos imágenes de la entrada a las oficinas, donde se conservó el suelo de piedra caliza y las grandes cristaleras que dan a un patio central. La pared se revistió con paneles de roble, material que también está presente en las mesas y las sillas y butacas, tapizadas en un cálido tono beige, al igual que la alfombra de lana.

Respeto por los elementos originales

Las oficinas suman 6.900 m2, distribuidos en dos edificios preexistentes de los años 50 y 60, que se fusionaron con dos plantas de nueva construcción. La reforma integral, que se llevó a cabo en dos años, fue impulsada por el compromiso de mejorar la experiencia de los empleados, los clientes y la marca, al tiempo que se respetaba el carácter y el patrimonio de los edificios.

Zona de trabajo flexible, en tonos neutros y con un punto de color azul.

Diseño sostenible de principio a finLos principios del diseño sostenible guiaron el proceso de planificación, con un compromiso con las prácticas de economía circular. La reutilización de materiales existentes, el reciclaje y la elección de materiales con bajas emisiones de carbono contribuyeron a los objetivos de sostenibilidad. Las decisiones sobre los productos se sometieron a pruebas en el laboratorio de ensayos con personal de EY antes de su finalización, lo que garantizó unos resultados óptimos y contribuyó a la sostenibilidad de las nuevas instalaciones. Así mismo, se respetó el patrimonio del edificio con la conservación de elementos arquitectónicos, como los suelos de piedra y las paredes de cristal.

Espacio flexible con diferentes zonas de trabajo, que se pueden dividir por medio de cortinas. Aquí se utilizó mobiliario de distintas tipologías: bancos corridos, mesas bajas y altas, sillas, taburetes y butacas.

Biblioteca y cubículo de trabajo, que se puede aislar gracias a los raíles superiores que mueve el tabique.

Servicios exclusivos para el trabajador

Con capacidad para unos 900 trabajadores, el nuevo centro de trabajo adoptó una nueva versión de “hospitality”. El concepto de servicio pretende mejorar la jornada laboral ordinaria proporcionando servicios como gimnasio, comidas y desayunos, cafés de barista y servicios postales. Las actividades que fomentan el bienestar son parte integrante de la experiencia de los empleados. Con prácticas de trabajo innovadoras y una flexibilidad total, la oficina pretende ser un espacio acogedor que dé forma al mundo laboral del futuro.

Zona de comedor con cocina integrada.

Tecnología encubierta

Aprovechando la tecnología moderna, todo el espacio se puede recorrer con una aplicación en el móvil que ayuda a orientarse y a localizar los espacios de trabajo y los miembros del equipo adecuados.

Además, todos los espacios de trabajo están equipados con sensores que garantizan un seguimiento continuo de los índices de ocupación. Tras la reubicación, los espacios se han optimizado sistemáticamente para garantizar la utilización eficiente de cada zona.

El edificio obtuvo el certificado LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Medioambiental) Platino, lo que exigía un compromiso de sostenibilidad en sus componentes interiores. EY contabilizó la huella de carbono total del diseño interior. Por esto mismo, las firmas de mobiliario con procesos productivos sostenibles, como Limobel Inwo, aportan puntos para que la edificación pueda obtener esta prestigiosa calificación.

Optar por conservar la estructura existente del edificio fue una decisión deliberada y sostenible destinada a reducir las emisiones de carbono asociadas a la construcción. Se prestó una atención especial a la selección de materiales y a las prácticas de reciclaje. La vegetación se integra estratégicamente en el diseño con un nuevo atrio ajardinado con muros verdes biofílicos que reutilizan eficazmente el antiguo patio del atrio.

Zonas de reunión en el atrio central entre los dos edificios.

El trabajador como cliente

Este proyecto se suma a la tendencia creciente de espacios de trabajo orientados a los servicios, en los que diseñadores y clientes ven la hostelería como una vía obvia para impulsar la interacción y la colaboración tras la pandemia. El “hospitality” en la oficina debe tenerse en cuenta desde el principio hasta el final del proceso de diseño, para que forme parte integral de una experiencia de marca. Para conseguirlo, hay que colaborar con los empleados: preguntarles cómo les ha ido el día, qué necesitan para mantener la energía, qué les molesta y qué les hace felices. . . Vemos la hospitalidad como una forma íntima y personal de ofrecer energía a lo largo del día. La atmósfera creada por los interiores de Fyra establece este tono cordial e íntimo, con un entorno general que recuerda a un coqueto hotel con encanto.

Fotos Riikka Kantinkoski vía OfficeSnapShot