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Oficinas de coworking en un edificio brutalista

Fosbury & Son

Ubicadas en Boitsfort, muy cerda de Bruselas, las oficinas de Fosbury & Son son una extraordinaria reinvención de la oficina tradicional. Proyectadas por el estudio Going East, este coworking está ubicado un edificio brutalista del arquitecto Constantin Brodzki. Una joya arquitectónica de geometrías orgánicas y reflejos de cobre en las aperturas de la fachada, construido para la cementera CBR en 1967. Desde 2018, Fosbury & Son ocupa 7.000 metros cuadrados, distribuidos en siete de las nueve plantas, más tres sótanos de garaje. Este entorno sofisticado ofrece servicios de última generación para los miembros del coworking. En total, cuenta con una capacidad para 600 personas y 250 empresas diferentes.

Coworking en el Edificio CBR de Constantin Brodzki

Historia de un edificio

Justo es que dediquemos unos párrafos a este magnífico edificio, que durante años se consideró el “edificio más moderno de Bélgica”.  Su autor, Constantin Brodzki, fue un reconocido arquitecto, de madre belga y padre polaco, quien, tras graduarse en 1948, hizo una pasantía en Nueva York, trabajando en el equipo de 500 personas que estaban construyendo el edificio de las Naciones Unidas bajo el mando de Oscar Niemeyer. Este hecho marcó su carrera, ya que absorbería muchísima información y conocimientos de una manera de trabajar y diseñar muy diferente a lo que se hacía en Bélgica en aquellos años. 

Entrados los años sesenta, empieza su colaboración con CBR, una empresa cementera para la que construye este emblemático edificio de oficinas. En su diseño finalmente tuvo la oportunidad de poner en práctica la metodología que había aprendido en Estados Unidos e integrarla en las formas orgánicas dentro de la arquitectura. Para ello utilizó módulos prefabricados de hormigón con formas fluidas. Y es que Brodzki no entendía por qué, en la arquitectura moderna, se utilizaba el hormigón para realizar líneas y formas rectas. ya siendo el hormigón un líquido en su estado original y, por lo tanto, con mucho potencial sin explotar en su libertad formal.

Coworking en el Edificio CBR de Constantin Brodzki

El edificio CBR fue el único proyecto belga seleccionado para la exposición del MoMA sobre “Transformación en la arquitectura moderna entre 1960 y 1980”. El catálogo destacó que el edificio había sido un «paso importante en el desarrollo del modernismo en el mundo» por establecer un precedente en fachadas expresivas utilizando módulos prefabricados de hormigón, que creó un estilo propio. Las 756 ventanas convexas en sus módulos ovalados de hormigón y las líneas paralelas de la fachada transforman el edificio de nueve plantas en un auténtico monolito.

Coworking en el Edificio CBR de Constantin Brodzki

Trabajar sí, pero de otra manera

Los fundadores de Fosbury & Sons, Stijn Geeraets, Maarten Van Gool y Serge Hannecart, se enamoraron inmediatamente de este extraordinario edificio y los alrededores. “Queremos hacer justicia a las necesidades de la generación actual”, explica Maarten Van Gool. “Hoy, los empleados y autónomos no quieren un entorno de oficina gris. Nosotros les proporcionamos un puesto de trabajo profesional y, de paso, servicios útiles: conferencias interesantes, asesoramiento profesional, actividades“.

La oferta incluye biblioteca (sobre estas líneas), comida sana, salas de deporte y mucho más”. Los espacios de coworking surgen por todas partes, el trabajo es cada vez más móvil y flexible, y las expectativas de los puestos de trabajo aumentan rápidamente. Una demanda clave: espacios estéticos y diseñados con estilo.

Coworking en el Edificio CBR de Constantin Brodzki

El Lobby, un multiespacio para todo tipo de actividades

El vestíbulo es el corazón de Fosbury & Sons, un lugar flexible donde, durante el día se puede trabajar y comer en el CoffeeLabs, y a partir de las 6 pm, se convierte en un espacio para celebrar eventos, que también pueden ser reuniones profesionales, ya que cuenta con servicio de audiovisuales. 

En todos los espacios, se pueden encontrar interesantes obras de arte, gracias a la colaboración con las galerías de arte de Bruselas y reconocidos artistas, como la espectacular escultura que preside el Lobby. 

Coworking en el Edificio CBR de Constantin Brodzki
Coworking en el Edificio CBR de Constantin Brodzki

Espacios de trabajo flexibles, privados o compartidos

Fosbury and Sons ha desarrollado diversas fórmulas que se adaptan a las necesidades de los socios. Por ejemplo,  las “Suites” son oficinas privadas para equipos, con acceso 24/7 al vestíbulo, con múltiples servicios: amueblamiento, posibilidad de utilizar otras zonas, salas de reuniones y cocina, wifi, servicio postal, limpieza, etc.

También disponen de Ateliers, oficinas privadas compartidas,  pero hay muchos otros espacios de trabajo compartidos por todo el edificio: Resident, Nomad o Visitors, todos ellos, espacios flexibles para trabajar.

Coworking en el Edificio CBR de Constantin Brodzki
Coworking en el Edificio CBR de Constantin Brodzki

Salas de reuniones

Cuenta con quince salas de reuniones de primera categoría equipadas con toda la tecnología necesaria y un auditorio para 75 personas. Son espacios para reuniones y eventos no sólo para trabajar, sino también para jugar, aprender y colaborar. 

Todos los espacios están cuidadosamente amueblados con mobiliario de diseño de primerísima calidad. Además de la silla Thonet S 64, de Marcel Breuer y Mart Stam, hemos visto varias lámparas de la editora española Santa&Cole, como la que se encuentra encima de la mesa, la lámpara Moragas, o los modelos TMM, Cesta y Globo, de Miquel Milá.  

Coworking en el Edificio CBR de Constantin Brodzki
Coworking en el Edificio CBR de Constantin Brodzki

Un interiorismo muy cuidado

El proyecto de interiorismo fue realizado por el equipo belga  Going East, que ya había realizado las oficinas de Amberes de Fosbury & Sons. Este estudio trabaja en un estilo muy definido, a partir de un minimalismo cálido, salpicado de textiles, obras de arte y elementos que restan frialdad al entorno. De ahí que el edificio les inspirara para crear un equilibrio entre materiales fríos y cálidos, aportando textiles de color crema, cerámica seleccionada personalmente con toques de color e iluminación en suaves tonos metálicos. Todo ello se refleja en las ventanas curvadas que introducen en cada espacio los colores otoñales y brumosos del bosque.

Todos los objetos se eligieron cuidadosamente, incluso las piezas más pequeñas, que adquirieron en todo el mundo, desde París a Marrakech, como si fuese un proyecto residencial, ya que el objetico era crear un diseño hogareño con un efecto acogedor y humano.

La oficina del mañana será, sin duda, un lugar inspirador que ofrecerá un ambiente agradable en el que trabajar y relacionarse de forma productiva. Fosbury & Sons quiere que sus miembros tengan realmente la sensación de “haber vuelto a casa”, por lo que todos sus esfuerzos se centran en el bienestar de los usuarios.

Fotos Jeroen Verrecht vía OfficeSnapShots

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