No todas las empresas disponen de espacios para distribuir las zonas de trabajo con holgura. En ocasiones, los pocos metros se imponen en la distribución y es necesario recurrir a elementos y soluciones tanto constructivas como de mobiliario para salvar la situación. Os damos algunas claves que, incluso, se pueden aplican en áreas de trabajo espaciosas.
Espacios flexibles
La clave en la nueva organización de las oficinas modernas está en la creación de espacios flexibles que se transformen según las necesidades y actividades laborales. Incluso, los tradicionales despachos de director, que eran de uso exclusivo y solo tenían una función, se convierten ahora en salas de reunión a petición de los usuarios. El diseño moderno ha desterrado los espacios estancos de un solo uso, que resultan poco efectivos y funcionales.
Las características de estos espacios están definidas casi exclusivamente por sus elementos, en la mayoría portátiles y movibles, que son la clave para el mayor aprovechamiento del espacio.
La silla multifuncional Plus One de Limobel Inwo ofrece una gran variedad de opciones para espacios flexibles.
Mobiliario versátil y multifuncional
Para crear estos espacios flexibles es indispensable contar con muebles que también lo sean. Los diseños apilables, con ruedas y/o con partes articulables que se pueden plegar son fundamentales en el mobiliario de oficinas. La idea de transformar un espacio en unos minutos de sala de reunión a auditorio o a zona de trabajo solo se puede conseguir con muebles ligeros y móviles. Y no solo nos referimos a las sillas, sino también a mesas con ruedas y de diferentes alturas, librerías movibles que funcionan como separadores de espacios o paneles plegables que aíslan o amplían las estancias.
Mesa motorizada Heaven Office de Limobel Inwo, que permite cuatro alturas diferentes.
Libertad de movimientos
Uno de los puntos más importantes de los protocolos de salud laboral es la necesidad de que el trabajador pueda cambiar de posición y postura, incluso de espacio físico, durante su jornada laboral. Para que el cuerpo no esté más de dos horas en una misma posición, existen recursos que activan el movimiento sin tener que dejar de trabajar. Por ejemplo, mesas con regulación de altura nos permite trabajar sentados o de pie, y así cambiar de postura cuando consideremos necesario.
Elementos divisorios de cristal
En espacios pequeños es fundamental que la luz llegue a todos los rincones. Por esta razón, las puertas, paneles y tabiques divisorios deben ser de cristal o de un material translúcido que permita el paso de la luz. Es preferible evitar elementos opacos que achiquen la estancia. Si, además, los elementos divisorios son plegables o escamoteables (que se ocultan dentro de una pared), se ahorrarán metros muy apreciados.
Sin duda, los paramentos acristalados son, hoy en día, uno de los materiales más utilizados en el diseño de oficinas modernos. Podéis ver todas las ventajas sus en este post.
Librería Atlas de Limobel Inwo, con estructura de acero lacada y baldas de melamina en diferentes acabados.
Aprovechamiento del espacio vertical
Tradicionalmente, la distribución de los muebles y objetos suele concentrarse de la altura de los ojos hacia abajo, dejando el resto del espacio superior libre o, como mucho, para lámparas y otros elementos decorativos como cuadros. No nos damos cuenta de que desperdiciamos muchos metros cúbicos que pueden servir de almacenaje. Las estanterías y librerías son piezas de mobiliario absolutamente indispensables en las oficinas y, gracias a sus diseños modulares, se pueden colocar en cualquier parte. No solo sirven para almacenar material, sino que también son elementos que pueden ayudan a dividir espacios, a la vez que prestan una función decorativa.
Unificar materiales en colores claros
Esta es una máxima que se debe llevar a rajatabla: elegir una gama cromática en tonos claros para los materiales y mobiliario. Se ganará amplitud visual, a la vez que se evita la sensación de agobio que a veces producen los colores oscuros o excesivamente coloridos. Optar por gamas neutras –blanco, arena, perla, piedra, gris, topo, etc.– siempre es una apuesta segura. Si se desea, se pueden añadir acentos de color en los tapizados de sillas o elementos divisorios entre mesas, pero siempre manteniendo la caja neutra.
Elegir materiales con cualidades acústicas
En espacios donde conviven varios grupos de trabajadores es necesario que se cuide con especial atención los elementos acústicos y fonoabsorbentes. Por ejemplo, los separadores entre los puestos de trabajo deben ser materiales con propiedades acústicos. Este tipo de material se pueden utilizar para colocar la iluminación, o realizar paneles y cielorrasos, que evitan reverberaciones. Instalar suelos de tarima de madera o moquetas también es una solución que mejora la acústica del espacio y lo hace más confortable e insonoro. Finalmente, hacemos una especial apuesta por las plantas, que cumplen una función acústica importante, ya que mitigan el ruido a la vez que oxigenan el aire que se respira.