Diseños icónicos del siglo XX: descubriendo el legado de Marcel Breuer
Hoy queremos repasar dos diseños icónicos del siglo XX, ideados por uno de los más geniales arquitectos y diseñadores de la modernidad, Marcel Breuer: el sillón Wassily y la silla Cesca. Ambos son diseños que se han producido industrialmente durante ocho décadas, y también han sido ampliamente copiados, imitados y fusilados. Por eso conviene saber un poco sobre ellos, para distinguir el original de la copia.
El sillón Wassily
El Modelo B3, como se llamó originalmente, fue diseñado en 1925, cuando Breuer era un estudiante de ebanistería en la Bauhaus, con solo los 23 años. Está inspirada en la estructura de acero tubular del manubrio de su propia bicicleta, para lo cual Breuer pidió ayuda y consejo a los fontaneros locales con el fin de buscar métodos de soldadura sólidos. Se trata del primer diseño tubular que se fabricó industrialmente y que revolucionó el diseño de mobiliario.
Estructura tubular y suspendida
Breuer había bebido de las teorías constructivistas del movimiento De Stjil, por lo que sus diseños sintéticos, enriquecidos posteriormente con el espíritu de la Bauhaus, son el resultado de esa búsqueda por las líneas planas y sencillas. Su sólida estructura a partir de tubos de acero niquelado (que posteriormente pasó a ser cromado), se conjuga con la flexibilidad del asiento, respaldo y reposabrazos, todos ellos suspendidos y sujetos solo por el tubo, realizados en cuero o loneta.
Marcel Breuer
Nacido en Pésc, Hungría, en 1902, tras terminar sus estudios en la Bauhaus de Wiener, que en ese entonces dirigía Walter Gropius, pasó a ser profesor y a dirigir el taller de muebles de la Bauhaus. Allí coincidió con Wassily Kandinsky, profesor de teoría pictórica, quien fue uno de los primeros en probar su Modelo B3. Posteriormente, Breuer le hizo una copia para su uso personal. De ahí que, cuando en los años 60, Knoll comprara los derechos para comercializarla, rebautizara el Modelo B3 como Wassily Lounge Chair en su honor. Tras el cierre de la Bauhaus y el advenimiento del régimen nazi, Marcel Breuer emigró a Estados Unidos donde desarrolló una exitosa carrera como arquitecto.
La silla Cesca
Las dos versiones de esta famosa silla, la B32 (sin reposabrazos) y la B64 (con reposabrazos) fueron el punto de partida de la producción industrializada de las sillas de acero tubular, que cambió para siempre el concepto del mobiliario moderno.
De estructura de acero tubular en forma de S, lleva el respaldo y el asiento de rejilla de mimbre al estilo vienés tejidas a máquina con un marco curvo de madera. Aquí Breuer combina artesanía tradicional con procesos industriales. Según sus propias palabras: “Ya tenía la idea de cubrir el asiento con una funda de tela tensa en lugar de una tapicería gruesa. También quería un marco que fuera fuerte y elástico, para conseguir claridad de formas y ligereza tanto visual como física. La producción en masa y la estandarización ya me habían hecho interesarme por el metal pulido, las líneas brillantes y la impecabilidad del espacio como nuevos componentes para nuestros interiores. Consideré que esas líneas curvas y pulidas no solo simbolizaban nuestra tecnología moderna, sino la propia tecnología”.
Izquierda: silla tubular diseñada por Mark Stam. Derecha, modelo de tubo curvo de Mies van der Rohe, ambos diseñados para la Exposición Die Wohnung (La Casa) en 1927.
La silla de la discordia
No obstante, Cesca está envuelta en uno de los episodios más polémicos del diseño de la época. Breuer creó la silla en 1928, pero un año antes, Mies van der Rohe y el arquitecto y diseñador holandés Mark Stam, también profesor de la Bauhaus entre 1928 y 1929, habían presentado, un dos modelos sospechosamente similares a la silla de Breuer en la exposición dedicada al hogar Die Wohnung de 1927. La silla tubular de Mart Stam estaba fabricada de tubo de acero lacado y continuo de 20 mm de diámetro que formaba una figura cuadrada. El asiento y respaldo eran de tela gruesa o caucho.
Por su parte, Mies Van der Rohe presentó un modelo, también con pata de patín, pero de líneas semicirculares y redondeadas. El tubo iba niquelado y su grosor era un poco mayor, 25 mm de diámetro. Su asiento y respaldo eran de lona.
Estos dos diseños se inspiraban en asientos de medios de transporte de la época (coches, aviones, ferrocarriles…) con la estructura en forma de voladizo. La suspensión del asiento confirmó que no hacía falta contar con soporte trasero, ya que el acero era suficientemente fuerte como para aguantar todo el peso del asiento. La oscilación era también fundamental para el soporte, por lo que el material resultaba finalmente perfecto para el diseño al permitir un ligero movimiento pendular.
De 1930 hasta nuestros días
Como mencionamos, Breuer diseña su silla B32 en 1928, un modelo que parecía más bien una variante de la silla de Stam, con un tubo algo más grueso y flexible, cantos redondeados, aspecto más pulido y respaldo ligeramente reclinable.
Después de acusaciones cruzadas sobre quién de los dos se había adelantado en el diseño de la silla en voladizo, Breuer y Stam fueron a juicio, y en 1932, un tribunal dictaminó que la patente pertenecía al holandés. A partir de entonces, Thonet ha fabricado la silla como S32 y S64, bajo la autoría de Breuer pero con los derechos de autor artístico de Mart Stam. También la firma Knoll, que compró paralelamente los derechos a partir de 1960, comercializa la silla como Cesca Chair, en honor a la hija de Brauer, Francesca.