Hablar de William Morris es hablar de la historia del diseño y el interiorismo, del movimiento Arts&Crafts, de la industrialización, de socialismo y, sobre todo, de una obra impactante que se mantiene viva 150 años después. Sin duda, está considerado como el diseñar inglés más influyente de todos los tiempos.
William Morris, un humanista de su época
Pero, ¿dónde está el secreto del éxito de William Morris? Porque, a diferencia de otros casos, él tuvo muchísimo éxito en vida y su compañía, Morris&Co., aún mantiene su nombre y la autoría de sus diseños. Además de una sensibilidad extraordinaria, Morris tuvo la fortuna de nacer en una familia acomodada que le brindó las oportunidades necesarias para desarrollarse artística y culturalmente.
Nació en Walthamstow en 1834 y, a los 14 años se trasladó a Water House, el edificio que hoy alberga la William Morris Gallery, tras la muerte de su padre, un rico financiero de la ciudad. Morris asistió a la Universidad de Oxford, donde desarrolló una fascinación por el pasado, evadiéndose en el mundo de la historia medieval y la poesía. Compartió estas pasiones con un estrecho grupo de compañeros, entre ellos su mejor amigo, Edward Burne-Jones.
El modelo Acanthus, pintado en 1875, marcó el comienzo de un período en el que Morris creó diseños a gran escala para papel pintado. Se trata de unos de sus diseños más emblemáticos, con capas complejas y curvas vigorosas de efecto tridimensional.
Pasión por lo medieval
Morris y Burne-Jones estuvieron profundamente influidos por John Ruskin, historiador del arte y filósofo, y su libro Las piedras de Venecia (1853). En un capítulo titulado «La naturaleza del gótico», Ruskin rechazaba lo que consideraba la bancarrota moral del arte y la sociedad victorianos, y abogaba por un retorno a los valores de la época medieval. Las opiniones de Ruskin coincidían con la naturaleza rebelde de Morris y su aprecio por el pasado, lo que contribuyó a que creyera durante toda su vida en el poder transformador del arte.
Después de la universidad, Morris comenzó un aprendizaje con el arquitecto neogótico George Edmund Street. Cansado de la arquitectura, Morris abandonó sus estudios y, animado por el artista prerrafaelita Dante Gabriel Rosetti, se dedicó a la pintura. Morris ayudó a Rossetti y a Burne-Jones a pintar los murales artúricos de la Universidad de Oxford.
La mansión Red House
Fue durante este periodo cuando Morris conoció a su futura esposa, Jane Burden, con la que se casó en 1859. Poco después, Morris recurrió a su amigo íntimo y tutor, Phillip Webb, para que diseñara una casa para él y Jane. Morris y Webb trabajaron juntos para diseñar Red House, una casa de inspiración medieval en Bexleyheath que fue descrita por Burne-Jones como «el lugar más hermoso de la tierra». Para la construcción de la Red House, reunió a toda una comunidad de excelentes artistas y artesanos, hombres y mujeres, a quienes se les pagaba de la misma manera y estaban sujetos a las mismas condiciones laborales. Y es que otra de las características de su carácter precursor fue el de defender los derechos de las mujeres de su época.
El modelo Strawberry Thiefes uno de los que utilizó Morris para decorar la Red House.
El diseño de la Red House puso en marcha la decisión de Morris de abrir una empresa de decoración. Hoy en día, esta mansión se puede visitar y es un lugar de culto donde Morris desarrolló todo un imaginario de papeles pintados con dibujos vegetales. En el interior predominan la madera, los azulejos y el vidrio, materiales naturales que crean ambientes acogedores. Los diseños de sus papeles pintados evocan un mundo medieval y vegetal.
Producido por primera vez en 1887, el modelo Willow Boughs, con sus tallos entrelazados y delicadas hojas de sauce, es uno de los motivos de William Morris más reconocibles.
Inicio de la Morris & Co.
En abril de 1861, se fundó la firma Morris, Marshall, Faulkner & Co, con seis socios: Burne-Jones, Rossetti, Webb, Ford Madox Brown, Charles Faulkner y Peter Paul Marshall. Tras experimentar un éxito inicial, la empresa sufrió una grave caída de beneficios debido a una recesión económica a finales de la década de 1860. Ya en la década de los 70, Morris empezó a desarrollar una gama de productos más diversa para atraer a una clientela más amplia, y fue entonces cuando el negocio empezó a mejorar. Se comercializaron textiles estampados a mano y completos proyectos de interiorismo para clientes adinerados, mientras que se fabricaba una gama de productos más baratos para los menos pudientes, como kits de bordado y muebles sencillos como la silla Sussex, basada en un diseño campestre tradicional.
Marigold es un diseño de 1875 originalmente en color chocolate, uno de los pocos diseños que Morris realizó tanto para textil como para papel pintado.
Con Morris al timón, no pasó mucho tiempo antes de que en 1864 asumiera la dirección en solitario de la firma, que pasó a llamarse solo Morris & Co. Durante los veinte años siguientes, Morris amplió el negocio, abriendo una tienda y una sala de exposiciones en Oxford Street en 1877, una tienda en Manchester y agentes en Europa, Australia, Canadá y Estados Unidos. En 188, Morris trasladó la producción de Red Lion Square a los antiguos talleres de tejido de seda de Merton Abbey, al suroeste de Londres. Los nuevos talleres eran mucho más amplios y permitieron a la empresa introducir nuevos productos y técnicas, como la tapicería, el tejido de alfombras y el teñido natural de hilos.
William Morris diseñó Pimpernel en 1876, influido por el orientalismo japonés de la época. Más tarde, lo utilizó para el comedor de su casa de Kelmscott en Hammersmith.
Morris y el movimiento Arts&Crafts
Morris se considera como uno de los fundadores del movimiento Arts and Crafts, el movimiento artístico más importante de Gran Bretaña desde la década de 1880 hasta el final de la Primera Guerra Mundial.
Las ideas de William Morris sobre la relación entre arte y sociedad inspiraron directamente el movimiento Arts and Crafts, centrado en la calidad, la belleza y la accesibilidad. William Morris desempeñó un papel fundamental en el resurgimiento de las artes decorativas en Inglaterra. Fue un diseñador versátil, con obras que abarcaron desde tipografías hasta vitrales, y un poeta y traductor de obras clásicas y medievales. También fundó la Kelmscott Press en 1891, una imprenta artesanal que recuperaba técnicas de impresión tradicionales y publicó ediciones exquisitas de obras literarias, tanto suyas como de otros autores.
Fruit es uno de los primeros diseños de papel pintado de Morris, producido en 1864. Se ha reproducido en los colores originales y actualizado con tintas de impresión de mica modernas para crear acabados metálicos.
Activismo social y político
Además de su obra artística, William Morris fue un socialista comprometido y un crítico feroz del capitalismo industrial. Consideraba que el sistema económico de su época promovía la desigualdad, destruía el medio ambiente y degradaba la calidad del arte y del trabajo humano. Inspirado por pensadores como John Ruskin y Karl Marx, participó activamente en movimientos socialistas, uniéndose a la Social Democratic Federation (SDF) y luego fundando la Socialist League en 1884.
Morris abogaba por una sociedad más justa e igualitaria, donde el trabajo fuese creativo y significativo. Aunque rechazaba la violencia revolucionaria, sí creía en la necesidad de una transformación radical de la sociedad. Escribió numerosos textos políticos, como Noticias de ninguna parte (1890), una novela utópica en la que describe una Inglaterra socialista y descentralizada, basada en la cooperación, la sostenibilidad y el disfrute del trabajo.
Inspirado en el diseño anterior Bachelors Button de 1892, este evocador papel pintado, diseñado por John Henry Dearle en 1912, encierra el romanticismo del pasado medieval que tanto inspiró a Morris.
La profunda influencia cultural de Morris
Su trabajo inspiró a generaciones de artistas y artesanos, y fue clave en el desarrollo de movimientos posteriores como el Art Nouveau y el Diseño Moderno. Morris no solo influyó en el mundo del arte, sino también en la concepción del trabajo como un acto creativo y humano, más allá de la lógica mercantil.
Para Morris, su arte, política y literatura estaban inextricablemente unidos en su lucha contra la era industrial. Morris, figura destacada del primer movimiento socialista, contribuyó de forma duradera al pensamiento utópico con su obra de ficción News from Nowhere (Noticias de ninguna parte), que sigue imprimiéndose hoy en día. También fue uno de los primeros en contribuir al campo de la conservación, fundando la Sociedad para la Protección de Edificios Antiguos, que sigue prosperando y tiene un amplio alcance educativo. La importancia cultural de Morris sólo puede comprenderse realmente si se considera el conjunto de su actividad.
El énfasis inquebrantable de Morris en la belleza y la funcionalidad, en el acceso democrático al buen diseño y su crítica al despilfarro y la sobreproducción, siguen dando forma a las escuelas de pensamiento en la actualidad.
Morris estaba convencido de que sólo podían crearse objetos bellos mediante una relación responsable y estrecha con el mundo natural y unas condiciones de trabajo agradables y creativas. Estos principios siguen influyendo en generaciones posteriores de diseñadores, fabricantes y consumidores.
Exposición Morris Manía
Prueba de la influyente herencia de Morris es la Exposición que acoge la William Morris Gallery en Londres hasta septiembre de 2025: Morris Mania, donde se reúnen objetos de todo tipo, aportados por empresas, firma sy público en general, en una amplia colección de curiosidades.
Se trata de una muestra de la gran versatilidad e influencia de los diseños de William Morris en la cultura popular, tanto en Gran Bretaña como en el extranjero. Sus motivos botánicos se han reproducido hasta el infinito en cortinas de ducha, fundas de teléfono, en el cine y la televisión, y en todos los rincones de los hogares, salas de espera o centros comerciales.
Morris Mania explora un legado complicado. Más de 125 años después de su muerte, la obra de Morris sigue ganando popularidad. Sus diseños son asequibles, apreciados y están al alcance de todo el mundo, algo que Morris no consiguió en vida. Sin embargo, esto se ha logrado en el contexto de la producción en masa, el diseño generado por ordenador, el capitalismo global y la crisis medioambiental. Morris Mania analiza el impacto actual del diseñador británico más emblemático en un mundo cada vez más desordenado y mercantilizado. Esa es la paradoja de la Exposición.
Morris & Co. hoy en día
La firma Morris & Co. sigue en pie desde 1861, a pesar de los cambios de titularidad. Cada diseño se ha conservado y adaptado a partir de los documentos originales almacenados en su rico archivo, según las técnicas y tradiciones establecidas por su fundador y mantenidas por su colectivo de distinguidos artistas que le sucedieron. Tras la muerte de Morris en 1896, su protegido John Henry Dearle, antiguo dependiente convertido en aprendiz de tapicería y diseñador, asumió el cargo de director creativo para continuar con el legado de diseño de la empresa.
A principios del siglo XX, la empresa rompió con la tradición histórica y editó seis papeles pintados impresos a máquina. Poco después, en 1913, Morris & Co. también lanzó su primera colección de papel pintado liso, disponible en 53 colores tradicionales, lo que supuso un claro cambio con respecto al enfoque de Morris de fabricar diseños estampados a mano.
Sanderson, propietaria de la firma
Tras unas décadas turbulentas, en 1940, Morris & Co. Art-Workers Ltd (como se conocía entonces) entró en liquidación y fue comprada por la modesta suma de 400 libras por Arthur Sanderson & Sons Ltd., uno de los grandes editores textiles ingleses en la actualidad.
Rico archivo patrimonial
Hoy, Morris & Co. alberga más de 160 años de patrimonio artístico. En el extenso archivo hay un registro exhaustivo de los logros de Morris, así como cuadernos de bitácora históricos y todas las muestras de papel pintado jamás lanzadas. Al crear una nueva colección, los diseñadores de la firma adaptan cuidadosamente los documentos de archivo. De esta manera, mantienen la visión de Morris y el nivel artesanal que definió sus propias creaciones.
La firma sigue siendo 100% británica, con sus propias fábricas locales, desde donde defiende el legado de William Morris.