Es frecuente encontrar proyectos de oficina donde los equipos de interiorismo elijan suelos continuos para dar una imagen más limpia, ordenada y aséptica de los espacios de trabajo. Y es que los suelos continuos se han convertido en una de las soluciones más demandadas por su capacidad para crear superficies uniformes, sin juntas y de gran resistencia. Son perfectos para oficinas modernas, donde la estética, la funcionalidad y la durabilidad son factores clave.

El efecto visual del microcemento
Al carecer de juntas, los suelos continuos generan una percepción visual de mayor amplitud. Esta característica, muy asociada al estilo industrial surgido en los lofts neoyorquinos del siglo XX, aporta una imagen moderna, ordenada y profesional a cualquier entorno corporativo.
Su aspecto homogéneo transmite limpieza visual, lo que se traduce en un ambiente más calmado y agradable para los trabajadores.

Suelos ultra resistentes e higiénicos
Los suelos continuos de microcemento destacan por su resistencia al tránsito elevado, al desgaste y a la abrasión. En oficinas donde el movimiento de personas y mobiliario es constante, su durabilidad es una ventaja determinante. Además, el mantenimiento básico solo requiere limpieza regular con detergente neutro, sin tratamientos complejos ni costosos.
Otra de las ventajas de los suelos sin juntas es que se evita la acumulación de suciedad en grietas o uniones, algo habitual en pavimentos tradicionales. Esto facilita la limpieza profunda y hace que el espacio sea más higiénico, beneficioso especialmente en oficinas de gran afluencia.

Los suelos continuos pueden pigmentarse en infinidad de colores, lo que permite crear ambientes acordes a la marca de la empresa o diferenciar zonas de trabajo, descanso o atención al público. El microcemento, en particular, ofrece una gama muy amplia de tonalidades naturales que encajan en estilos minimalistas, mediterráneos o industriales.

Microcemento versus cemento pulido
Aunque son muy difíciles de diferenciar a simple vista, el microcemento y el cemento pulido presentan diferencias significativas en su composición, aplicación y prestaciones.
La diferencia más clara es su composición, ya que el microcemento está compuesto a base de cementosa, resinas, áridos finos y pigmentos, mientras que el cemento pulido es hormigón fraguado y pulido a máquina. Esta diferencia en la composición hace que el microcemento tenga un espesor más fino (entre 2-3 cm) frente al cemento (5-7 cm).
De ahí que sea el microcemento el material más utilizado en obra nueva y reformas, ya que su aplicación es más fácil con resultados mucho más decorativos.

Un material de fácil aplicación
Una de las grandes ventajas del microcemento, dentro de la categoría de suelos continuos, es que puede aplicarse sobre superficies existentes: cerámica, mármol, terrazo, azulejo, yeso, Pladur y más. Esto permite renovar una oficina completa sin necesidad de generar escombros ni paralizar la actividad, algo esencial en espacios de trabajo donde el tiempo es un recurso crítico
El microcemento es un material orgánico que puede experimentar variaciones en función de su composición. Por eso se recomienda que sea aplicado por manos expertas, que conocen a fondo el material y la superficie donde se va a aplicar. En cualquier caso, es importante que la superficie esté limpia, libre de grasa, polvo y, sobre todo, de humedad.

Pasos a seguir
Una vez el suelo esté limpio y liso, se suele dar una imprimación o puente de unión y colocar una malla de fibra de vidrio, para facilitar la adherencia del microcemento base con la superficie.
Seguidamente se aplican dos capas de microcemento base o de preparación, que tiene una textura de grano más grueso y favorece la adherencia sobre cualquier tipo de soporte.
Finalmente, se aplican dos capas de microcemento de terminación, que será el que dé la textura final a la superficie, en función de los movimientos de la llana (más liso, más rasgado, en diferentes direcciones, etc.).
A partir de aquí, se debe dejar secar 24-48 horas antes de proceder a su lijado. Opcionalmente se puede aplicar una mano de barniz sellador, para proteger la superficie.

Un material versátil que no necesita obra
Al ser un material muy flexible, presenta una gran adherencia sobre prácticamente todas las superficies, de ahí que sea una opción perfecta para reformas sin obra, porque puede aplicarse sobre el material existente sin necesidad de arrancarlo. El único material contraindicado es el parqué, ya que la movilidad de la madera acabaría provocando fisuras en el microcemento.
Pero, en líneas generales, el microcemento puede aplicarse sobre muchas superficies (pladur, yeso, mármol, terrazo, azulejo, etc.) y en diferentes colores. Por otro lado, sus características técnicas lo convierten en el material perfecto, ya que ofrece resistencia, durabilidad e impermeabilidad gracias a la aplicación del sellador.
Fotos: OfficeSnapShot