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Ideas para instalar una cocina en la oficina

Cómo la cocina en la oficina puede mejorar la cultura empresarial y el ambiente de trabajo

Cada vez son más las empresas que destinan un espacio para comedor y cocina, donde sus empleados puedan calentar alimentos, tomarse un café o reunirse para alguna celebración. Los estudios indican que tener este tipo de espacios evita que los trabajadores se dispersen y tengan que ausentarse de las oficinas a la “hora del cafetito” o que necesiten dos horas para comer el menú del día en un restaurante cercano. Por parte de la empresa, está claro que hay un beneficio relacionado entre productividad y absentismo, si el trabajador no tiene servicios básicos dentro de las instalaciones. Pero también para los trabajadores es muy ventajoso: supone un importante ahorro llevar comida de casa, además de poder comer alimentos más sanos. Levantarse del puesto de trabajo para ir a buscar agua, tomarse un café o un refresco en la cocina, es un acto tan necesario como saludable, sin necesidad de interrumpir en exceso el ritmo laboral con una ausencia prolongada fuera de la oficina. Y por último, para ambas partes, ese momento de reunión alrededor de la cocina es vital, ya que los jefes puede interactuar con sus equipos y se crea una conexión más personal entre trabajadores.

Cocina en la oficina

Equipamiento de la cocina

Las cocinas de las oficinas no tienen una distribución ni equipamiento igual que el de una cocina doméstica. Es un espacio  utilizado por muchas personas a las vez, donde no existe la figura del “jefe de cocina”, que pone orden y concierto. Por ello, debe ser lo más funcional posible. La configuración idónea es la que se muestra en esta imagen superior: un frente de cocina equipado con uno o dos hornos microondas o de convección (preferiblemente siempre dos), un frigorífico amplio, lavavajillas y zona de fregadero. No es necesario colocar placas de gas o eléctricas, ya que se trata de calentar la comida, no de cocinarla in situ, para evitar salpicaduras, humos y olores molestos. Así mismo, debe haber una zona de almacenaje para la vajilla y la cristalería, que han de ser sólidos y sencillos, y sobre todo, de fácil reposición en caso de roturas. Y por supuesto, que no falte la cafetera. Finalmente, una despensa para tener los alimentos básicos indispensables (azúcar, sal, aceite, etc.). 

Mesa Eco Alta de Limobel Inwo

El mobiliario más adecuado

En los nuevos diseños de oficina, la cocina suele estar en una zona anexa, pero diferenciada del resto mediante un mueble que delimita los dos ambientes. Puede ser una barra con taburetes alrededor, o también una secuencia de mesas altas que configuren la zona. Como en el caso de esta zona de comedor, donde se han utilizado tres mesas ECO Alta, colocadas en forma de zigzag, para dar mayor versatilidad al espacio y que los usuarios puedan transitar con comodidad. La serie ECO alterna modelos de mesa de escritorio con mesas altas, de manera que se puede crear una armonía estética en todo el ambiente, aunque cumplan diferentes funciones. Las tapas son de tablero de partícula de aglomerado de 25 mm y la estructura de acero lacado metálico en variedad de tonos. La altura de ECO Alta es de 1 metro, pero los anchos pueden variar (1400, 1600, 1800 o 2000 mm). También se puede elegir entre diversos fondos (500, 680, 800 y 1000 mm). Esta gran variedad ofrece decenas de posibilidades de uso, ya sea en un ámbito contract, formativo, residencial o de retail.

Cocinas en la oficina

Cocinas de oficinas con barra

Una isla de cocina tradicional también es una excelente solución para delimitar y crear un espacio extra de almacenaje, para comer y también para trabajar. El tratamiento de las islas tiene que ir acorde con el resto del interiorismo, ya sea en armonía o en contraposición, como es el caso de esta isla de laminado en color azul y encimera de madera, que contrasta con el mobiliario en gris metálico. Nos ha parecido muy ingeniosa la forma que han ideado para delimitar aún más esta zona, a través de losetas cerámicas que imitan el dibujo de las baldosas hidráulicas, y que contrasta con las lamas cerámicas que reproducen un parqué de madera colocado en espiga. Es importante que los materiales elegidos para los revestimientos y superficies sea extremadamente duros y de gran resistencia. Las cocinas de las oficinas tienen un desgaste mucho más intenso que el de la cocina doméstica.

Cocinas en la oficina

Integración total dentro de la oficina

La integración de las cocinas en el ámbito de las oficinas tiene que darse de forma natural y orgánica. Como muestra, estas oficinas de una entidad financiera, que reúne en un amplio espacio varias zonas sociales. El área de cocina está adosada a una de las paredes y delimitada por una barra alta en forma oval. Enfrente, la zona de comedor, con amplias mesas, que también se destinan para trabajar o hacer pequeñas reuniones informales. Y al fondo, la zona de auditorio o asamblea, para conferencias, talleres, etc., algo más separada, pero contigua a la cocina y el comedor, para dar servicio en caso de eventos con consumición. Todo ello, con panelados de madera, revestimientos sinterizados blancos y toques grises, que unifican los tres ambientes.

Cocinas en la oficina

Cocinas hogareñas

A pesar de que las cocinas en las oficinas no pueden (ni deben) ser iguales que las domésticas, su aspecto general sí puede contener ese punto de hogar, que hace que este espacio sea el polo de atracción de la casa, donde empiezan y terminan las reuniones de la familia. Conseguir un aspecto doméstico en una cocina es fácil: basta con apostar por materiales naturales como la madera, sistemas de almacenaje a la vista (que siempre ofrecen un aspecto más cercano) y una distribución que reúna a las personas alrededor de un elemento. No es casualidad que la cocina de la imagen sea de las oficinas de AirB&B, cuya filosofía se centra en que te sientas siempre como en casa, aunque estés de viaje en un lugar extraño y lejano.

Cocinas en la oficina

Aire industrial para “millennials”

Hasta la oficina más sencilla y desenfadada puede contar con su propia cocina. No hace falta tener un gran presupuesto, hay soluciones de reciclaje que pueden dar un resultado excelente. Y si no, mirad qué cocinita más coqueta se montaron los chicos de esta start up londinense, con material de derribo y baldosas sobrante de los cuartos de baño. Eso sí, el presupuesto lo destinaron a adquirir buenos electrodomésticos, como el frigorífico side by side, con gran capacidad y dispensador de agua y hielo, dos hornos microondas y una buena cafetera. Todos los muebles fueron realizados con materiales sobrantes.

Fotos: OfficeSnapShots

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