A pesar de ser una de las empresas tecnológicas más importantes de Los Angeles, al ver las imágenes de sus oficinas pareciera que se tratara de las oficinas de un gran bufete de abogados, un estudio de diseño o una empresa de servicios. Incluso, siguiendo la estela de la “hotelización” de las oficinas, tendencia de la que hablamos hace un par de meses, pareciera un hotel de lujo por sus acabados, selección de mobiliario y su aire “dramatic style”.

“Que no parezca una oficina”

Detrás de esta reforma integral, se encuentra el estudio de interiorismo MAWD | March and White Design, que diseñó la sede de la empresa centrándose en buscar un equilibrio perfecto entre los espacios individuales y los de colaboración, a través de diversas salas de reuniones, áreas conectividad, zonas privadas e itinerarios de usuario personalizados para empleados y clientes.

El espacio de oficinas, un edificio de varias plantas que suman 24.000 m2, se diseñó estratégicamente para fomentar la experiencia de los empleados, equilibrando los espacios de colaboración con espacios destinados al trabajo y concentración individual. El diseño de MAWD hizo hincapié en la diversidad de los espacios de reunión, que van desde pequeñas salas de videoconferencia habilitadas para tecnología hasta salas de juntas o espacios informales para la colaboración.

Uno de los principales retos de diseño para MAWD era concebir un interior cálido, acogedor y orientado a la hospitalidad. MAWD utilizó madera cálida y metales bronce y latón, que contrastan con los suaves tejidos y colores de la pintura empleados en el proyecto, que lo aleja de la noción tradicional de lo que suele ser una oficina tecnológica.

Recorrido para usuarios y visitantes

El proyecto establece dos itinerarios de usuario distintos, que optimizan la experiencia espacial tanto de clientes como de empleados. Adaptar el recorrido a estos dos grupos distintos permitió maximizar la superficie total, satisfaciendo al mismo tiempo las necesidades de los residentes e invitados del campus.

Los empleados se derivan, desde el vestíbulo, hacia las plantas de trabajo y servicios, mientras que los clientes son guiados desde la entrada a los estudios de demostración, donde pueden explorar el software de la empresa y recibir formación al respecto.

Espacios colaborativos

Diseñado para el trabajador tecnológico post-pandémico, MAWD trabajó estrechamente con los arquitectos del proyecto, para dar prioridad a los espacios de colaboración, asignando una planta entera a espacios de reunión. Para ello, se realizaron encuestas a los empleados para que participaran en la planificación espacial de la oficina. Lo que distingue a estos espacios de colaboración es la gran variedad de tipologías que se crearon. Hay salas de reunión más pequeñas con tecnología para que grupos de dos o tres personas realicen una llamada rápida por videoconferencia. Hay salas de juntas formales para directivos y mandos intermedios. Para las reuniones informales, MAWD diseñó espacios flexibles con cómodos sofás, que proporcionan el telón de fondo perfecto para las actividades creativasde equipos.

Conectividad para todos

Más allá de la mera colaboración, se trabajó un diseño de un campus en el que se diera prioridad a la conectividad entre los empleados. Se introdujo una nueva escalera de conexión entre las principales plantas de trabajo, revestida de madera y cristal no sólo para conectar los espacios, sino para añadir transparencia y visibilidad dentro de la oficina. Las luminarias, que parecen «globos de luz», flotan por la escalera, visibles desde varias plantas. Las salas de reuniones situadas sobre el hueco de la escalera permiten asomarse a él, iluminado por estos recipientes llenos de luz.

Espacios individuales

Aunque la colaboración y la conectividad son fundamentales, también se ha previsto garantizar que los empleados tengan su parcela de privacidad, dando prioridad a los espacios para la concentración y el trabajo en profundidad. Las cabinas telefónicas y de trabajo se han hecho a medida para que encajen con el perfil de diseño de la oficina. Además, se han creado plantas especiales para los equipos que requieren mayor concentración, como las plantas dedicadas a ingeniería, que se han diseñado con mayor privacidad y flexibilidad para minimizar las distracciones. Los espacios de colaboración se diseñaron cuidadosamente con paredes movibles, que pueden añadirse y retirarse para facilitar reuniones de grupos pequeños a más grandes.

Diseño e impacto ambiental

El proyecto planteaba una reforma integral sobre el edificio ya existente, por lo que se recuperaron muchos materiales y también elementos originales. Por ejemplo, se eliminó la moqueta vieja para descubrir el suelo de hormigón original, que se pulió y dejó a la vista. Esto, junto con los techos vistos, proporciona un telón de fondo tecnológico e industrial. Así mismo, se trabajó con artesanos locales para la realización de las luminarias decorativas. En cuanto a la carpintería, se encargó a una ebanistería de Los Ángeles, que apostó por la madera de nogal, que aparece sobre todo en la escalera principal.

Entre las consideraciones medioambientales se incluyen los accesorios LEED y la iluminación inteligente, que emplea sensores que aprovechan la luz natural, al tiempo que minimizan el uso de la iluminación interior en los días luminosos y soleados. En cuanto al mobiliario, se trabajó con proveedores locales para equipar tanto las zonas de trabajo y como las de ocio. El nivel de sofisticación y comodidad era una prioridad para el equipo de MAWD, que pretendía crear un lugar de trabajo cómodo y cálido. Se eligieron sofás de gran tamaño junto con una gran variedad de sillas y asientos para que los empleados encontraran su lugar de trabajo favorito en las salas de estar de la oficina.

Fotografía: Ryan Gobuty, Adam Potts, imágenes cortesía de MAWD. Vía OfficeSnapShots