Unas oficinas nada tradicionales
Las oficinas de la empresa digital Scaleway, en Lille (Francia), demuestran, de forma poco convencional, que la estética tradicional de los espacios de trabajo están cambiando. Para esta firma, una de las empresas francesas más importantes en servicios de infraestructura en la nube y alojamiento web, era fundamental que su sede transmitiera una imagen “atípica” y fuera de lo común, para atraer a nuevos talentos y diferenciarse en el mundo de la tecnología.
Una ubicación privilegiada
Situada en un antiguo palacete de 1.200 m2, clasificado como patrimonio arquitectónico de la ciudad, cuenta con numerosos elementos originales, que se han querido conservar, como suelos de madera, molduras, carpintería, chimeneas o paredes de piedra y ladrillo. Todo ello fue restaurado con sumo cuidado, pero añadiendo toques modernos e, incluso, extravagantes, que dan como resultado que cada estancia tenga una decoración y un espíritu diferente.
El proyecto fue realizado en 2018 por Tetris, una empresa global de diseño, consultoría y construcción, dedicada a oficinas, hoteles y retails, con proyectos en todo Europa, para firmas como JLL, Coca Cola, Glovo, Roche, L’Oreal, Pay Pal, etc.
Concepto del proyecto
Esta antigua casa adosada del siglo XVIII se remodeló rompiendo las reglas de las oficinas “clásicas”, con el fin de ofrecer espacios totalmente innovadores y originales: un tema diferente y aleatorio por sala, por ejemplo, la “sala de las nubes”, la “mazmorra”, la “sala de los patos” o incluso la “sala de guerra” (sobre estas líneas). Los espacios de colaboración y de estar se encuentran en la planta baja, y las zonas de trabajo más tranquilas, en el piso de arriba.
Un árbol de cables
En el acceso al palacete, sorprende un gigantesco árbol realizado con cables electrónicos CAT6, que representan el origen tecnológico de la empresa, como metáfora de sus objetivos, enraizados en el suelo pero que crecen hasta extenderse por doquier.
En cada habitación, los detalles han sido meticulosamente tratados por Amaury Watine, Director Creativo, y Daphne Bykhovetz, Jefa de Proyecto, para que el recorrido sea totalmente envolvente y una experiencia sensorial.
La sala de las nubes
En clara referencia a la actividad principal de la empresa, la nube, una de las salas de trabajo está envuelta en un trampantojo casi celestial realizado por impresión digital que cubre paredes y techo. El objetivo ha sido crear el lugar perfecto para que los trabajadores experimenten un nuevo tipo de bienestar en la oficina y superen los límites de los espacios razonables, con un profundo significado emocional.
La sala de la jungla
Después del cielo y sus nubes, la experiencia continúa en la jungla, llena de imágenes selváticas. Los equipos pueden venir a trabajar en medio de palmeras, otras plantas exóticas y figuritas de monos, que hacen las veces de luces. En esta sala, se conservaron las molduras de techo y cuarterones originales, con una intervención muy respetuosa, a base de papel pintado y moqueta, que se pueden retirar, sin afectar la ornamentación original del edificio.
La sala de la chimenea
Al no tener puestos de trabajo asignados, los trabajadores puede elegir la estancia que deseen, dependiendo de su labor diaria. En la imagen, vemos otra sala para reuniones o lectura, frente a una maravillosa chimenea con embocadura de mármol y cerámica, y paredes de ladrillo y de piedra, que se sacaron a la vista durante la reforma.
Estética urbana
En esta otra sala, de marcada estética urbana, con grafitis en las paredes, se realizan trabajos en grupo y reuniones informales, pero con cierta privacidad, gracias a las puertas correderas de cristal, que aísla las mesas.
Sala de reuniones
Otra de las salas de trabajo, destinada a reuniones de 6-8 personas, con un espectacular techo formado por listones de madera, que da la sensación de ser techo pajizo. El zócalo de cuarterones, así como la puerta y el eseajo sobre la chimenea, se pintaron en gris verdoso, un color clásico que encaja con todo tipo de estilismos.
La buhardilla
Otra distendida sala de trabajo, ubicada en la parte superior, donde eran las buhardillas del palacete. En este espacio se eligió una temática agraria y rural, en consonancia con la zona más agrícola de Lille. Plantas, troncos y una sorprendente impresión digital de una vaca pastando, trasladan al trabajador a un espacio familiar, donde pueden sentirse cómodos para desempeñar su trabajo.
Zona de comedor y cocina
No podía faltar un espacio destinado a comedor, con los electrodomésticos necesarios (neveras, hornos, cafetera…) para que los trabajadores hagan un alto en la jornada laboral. En este caso, la estética es claramente industrial, a partir del ladrillo visto, que se combinó con mobiliario de madera oscura y sillas thonet pintadas de negro.
La “sala de los patos” y la “sala de las bolas”
Otros dos espacios que nos trasladan a un mundo infantil. A la izquierda, la sala de los patos. Inicialmente era un cuarto de baño y por ello Tetris quiso mantener este espíritu y cortando una bañera en dos para hacer sillones, colocados entre miles de patos en la pared. A la derecha, la sala de las bolas, donde los trabajadores pueden pasar un buen rato desfogándose. La empresa funciona como una oficina flexible, sin puesto de trabajo personal. Esto permite a los equipos colaborar más y dar rienda suelta a la creatividad de todos cambiando el entorno de trabajo.
La mazmorra
Finalmente, no queremos dejar de mencionar la mazmorra, en el sótano del edificio, que alberga la fotocopiadora. Aquí se ha conservado y resaltado una gran grieta existente en la pared como huella del pasado, y se ha colocado un esqueleto con su polea, como metáfora del duro trabajo de fotocopiador. Un guiño de humor más, en estas sorprendentes oficinas, que hacen de un espacio laboral un entorno emocional y divertido para atraer y fidelizar talentos en un sector con mucha movilidad.