Esta soberbia casa victoriana, ubicada en una de las colinas de San Francisco, fue reformada íntegramente por el estudio Feldman Architecture para la empresa inmobiliaria Seven Hills SF, donde ubicó sus oficinas y espacios flexibles de trabajo.
Una fachada reformada con respeto
La vivienda, ubicada en Lower Pacific Heights, anteriormente albergaba un centro de salud y un gimnasio. La estructura original sirvió de telón de fondo para crear de un espacio de doble altura en torno a una estilizada escalera de listones de madera de roble claro, que gira alrededor de una claraboya retráctil, que se abre o se cierra según el buen clima de San Francisco.
En el proyecto fue fundamental la renovación y saneamiento de la histórica fachada delantera, introduciendo pequeñas mejoras en el color del edificio, las luminarias y la señalización para iluminar y refrescar la imagen desde la calle.
Un atrio de doble altura
El solar de la vivienda es de planta estrecha y muy alargada, y las oficinas ocupan gran parte de la planta baja y la doble altura de la zona trasera. El resto del espacio lo comparte con una vivienda privada.
Desde la entrada se accede, a través de un largo pasillo a la parte de atrás, dejando a la izquierda dos espacios de trabajo flexible. Al final del pasillo, el espacio se abre en un gran atrio de doble altura. Una mesa de reuniones sirve de eje sobre el que se organizaron los espacios de trabajo a su alrededor, independizados por medio de cerramientos y puertas de cristal.
Coffee station
En esta planta, también se encuentra un coffee station, con muebles en madera de roble y el frente de piedra apomazada y acanalada, que da un aspecto muy contemporáneo a esta zona. Detrás, hay cuatro cuartos de baño (dos de hombre y dos de mujeres).
La escalera de roble, acero y cristal
La reforma se centró en la reorientación de la escalera central, que en la estructura original discurría perpendicular a la pared norte. La rotación de la escalera introdujo más metros cuadrados útiles y creó cuidadosamente un punto focal arquitectónico que atrae la mirada, gracias a la verticalidad de los listones de madera.
La claraboya retráctil
Vista del atrio de doble altura, en la parte trasera de la vivienda. Al encontrarse en una zona originalmente sin luz natural, se realizó una claraboya o tragaluz practicable, que se puede abrir completamente y proporcionar ventilación al espacio. El cristal y la madera de roble natural son los materiales principales, un maridaje que se complementa con el acero negro de detalles constructivos y la piedra natural de encimeras y frentes en cocina y baños.
La entreplanta
En la entreplanta, una cocina y otros espacios de trabajo flexibles rodean el atrio, conectando aún más al personal con el lucernario al aire libre. El mobiliario de cocina, también de roble claro, se ha combinado con piedra que da el aspecto de cemento en bruto. Encima, otro lucernario da vida a este luminoso espacio.
Oficinas con carácter de hogar
Y aún hay más: si os fijáis en los planos de la entreplanta, junto a la cocina hay unos escalones que conducen a un patio, al que se accede también directamente desde una escaleras situadas en la planta de abajo.
Este proyecto representa un auténtico ejercicio de estilo al crear espacios de trabajo en un entorno residencial y dotándolo, a la vez, de la calidez de una vivienda moderna.
Fotos: Paul Dyer