El Grupo Memphis fue un movimiento muy influyente de los años 80, cuya estética aún tiene ecos en el interiorismo actual. Ante todo han perdurado sus mezclas excesivas, de fuerte colorido y geometrías imposibles. Sus interiores tienden al horror vacui, pero resultan divertidos y desenfadados, casi irreverentes y un pelín gamberros. Y es que así eran sus fundadores, un grupo de jóvenes diseñadores cansados del funcionalismo moderno e imbuidos por la estética ochentera. He aquí un poco de su historia.
El origen del Grupo Memphis
El Grupo Memphis, también conocido como Memphis Milano, fue un colectivo de diseño y arquitectura fundado en Milán por Ettore Sottsass. Se sabe con exactitud la fecha, el 11 de diciembre de 1980, día en que Sottsass convoca, en el salón de su casa en Milán, a un grupo de jóvenes diseñadores y arquitectos con la intención de debatir el futuro del diseño.
Esta reunión marcó un momento decisivo para el posmodernismo en el ámbito del diseño industrial. Los participantes querían romper con las estructuras rígidas del modernismo, que había dominado durante décadas bajo principios como la funcionalidad, la simplicidad y el rechazo a la ornamentación. Buscaban, en cambio, abrir un espacio para la experimentación formal, el simbolismo, la ironía y el componente emocional en los objetos cotidianos.
La gran aportación de Memphis al interiorismo y el diseño de mobiliario y objetos cotidianos fue llamar la atención sobre el diseño artesano, hecho a mano, con materiales nuevos, en contraposición del diseño industrial masificado.
¿Por qué Memphis?
El nombre del grupo surgió de manera casual pero simbólica. Mientras discutían sus ideas, sonaba repetidamente en el tocadiscos la canción de Bob Dylan “Stuck Inside of Mobile with the Memphis Blues Again”. Esta coincidencia inspiró el nombre “Memphis”, que evocaba tanto la ciudad estadounidense de Tennessee, asociada con Elvis Presley y la cultura popular, como la capital del antiguo Egipto, cargada de historia y misticismo. Esta ambigüedad fue coherente con el espíritu del grupo: una fusión deliberada de referencias históricas y culturales dispares, que se tradujo en una estética visual provocadora y disruptiva.
Irrupción en la escena internacional
Desde su primera exposición, realizada el 19 de septiembre de 1981 en la galería Arc ’74 en Milán, Memphis capturó la atención internacional. Se exhibieron 55 piezas entre mobiliario, iluminación y cerámica, cuya apariencia rompía completamente con las normas establecidas. En solo tres meses, más de 400 publicaciones internacionales comentaron y celebraron el fenómeno Memphis, consolidando su fama como un movimiento de vanguardia.
Estéticamente, los diseños del grupo se caracterizaban por su uso de colores intensos y contrastantes, materiales industriales baratos como el laminado plástico, composiciones asimétricas y una mezcla irreverente de estilos. Las formas evocaban desde el Art Deco hasta el Pop Art, pasando por las culturas orientales, africanas y latinoamericanas, en una especie de collage visual lleno de metáforas, símbolos y alusiones.
Carlton: icono del diseño del siglo XX
Uno de sus diseños más emblemáticos fue el Carlton de Ettore Sottsass, un separador de ambientes que parecía un tótem lúdico y colorido, desafiando las nociones tradicionales de función y forma. Realizado en laminado, Carlton representa plenamente la intención programática del grupo: el deseo de transgredir las reglas del «buen diseño» con un espíritu irreverente, poco ortodoxo y consciente. Con su forma vagamente antropomorfa, la librería también puede utilizarse como tabique divisorio, revolucionando la lógica funcionalista de la vivienda.
La lámpara Súper, de Martine Bedine
Otro ejemplo notable fue la lámpara Super de Martine Bedin, colocada sobre ruedas, que proponía una relación casi afectiva con los objetos. Este diseño demuestra el espíritu lúdico de Memphis, ya que puede arrastrarse como un pequeño perro con correa (con la espalda arqueada como la armadura de un estegosaurio).
Su diseño en un semicírculo de fibra de vidrio descansa sobre cuatro ruedas de goma; el cuerpo está formado por seis cilindros metálicos lacados de colores con portalámparas. Las propias bombillas contribuyen a la estética lúdica de la lámpara.
Mesa Pierre y sillón Oberoj de George Sowden
Una propuesta radical y emocional
Más allá de lo visual, Memphis proponía una filosofía radical: el diseño no debía limitarse a lo utilitario o a lo racional, sino ser también una forma de expresión emocional, cultural y política. Buscaban crear objetos que tuvieran “valor emocional”, que invitaran a la reflexión o simplemente provocaran sensaciones nuevas.
En este sentido, Memphis se alineaba con las experiencias del Diseño Radical de los años 60 y se oponía abiertamente a los dogmas del funcionalismo. Sus piezas eran, en muchos casos, manifiestos visuales, concebidos no para el mercado masivo sino para un público selecto que valorara la experimentación y la provocación intelectual.
Florero, frutero y bandeja de cerámica pintada a mano, de Nathalie Du Pasquier
Influencia de Memphis
El grupo estuvo activo hasta 1987, cuando las tensiones comerciales y la pérdida de entusiasmo por su estilo provocaron su disolución. Ettore Sottsass había dejado Memphis dos años antes, en 1985, para centrarse en su propio estudio, Sottsass Associati. A pesar de su corta duración, el impacto del grupo fue profundo. Su estética influyó en disciplinas tan diversas como la moda, el diseño gráfico, la arquitectura interior e incluso la escenografía televisiva. Programas como Miami Vice o canales como Nickelodeon incorporaron elementos visuales inspirados en Memphis. Asimismo, casas de moda como Dior o Missoni han rendido tributo al grupo en colecciones contemporáneas.
Apartamento de Karl Lagerfeld con muebles de Memphis Milano
Miembros del grupo
El grupo estuvo conformado por una constelación de talentos internacionales. Además de Sottsass, sus integrantes incluyeron a diseñadores como Martine Bedin, Aldo Cibic, Michele De Lucchi, Nathalie du Pasquier, Matteo Thun, George Sowden, Andrea Branzi, Shiro Kuramata, Peter Shire, Michael Graves, Javier Mariscal, entre otros. Muchos de ellos continuaron sus carreras de manera destacada tras la disolución del grupo. Por ejemplo, Nathalie du Pasquier ha seguido colaborando con empresas como HAY y American Apparel, reinterpretando la estética Memphis en contextos contemporáneos.
Otros iconos del diseño Memphis: mesitas Kristall y Flamingo de Michelle Di Lucchi
Legado de Memphis
Hoy, más de cuatro décadas después de su fundación, Memphis sigue siendo un referente. Su legado se mantiene vivo no solo en piezas de colección —como las que formaron parte del patrimonio personal de David Bowie y fueron subastadas tras su muerte—, sino también en el discurso del diseño actual. Memphis es una marca que ha trascendido su tiempo; una actitud más que un estilo. Su llamado a la “contaminación cultural”, a la mezcla irreverente de lo artesanal con lo industrial, del arte con lo cotidiano, ha inspirado a generaciones de diseñadores a pensar más allá de los límites establecidos.
Aparador Bertrand de Iosa Ghini
Memphis no solo renovó el lenguaje visual del diseño; también desafió sus reglas, empujó sus márgenes y propuso una visión más lúdica, poética y subversiva del objeto. En un mundo cada vez más uniformado por la lógica de mercado, su voz disonante sigue siendo una invitación a imaginar otras formas de habitar el espacio, de narrar historias a través de los objetos y de celebrar la diversidad cultural en el diseño.